Otro titulo personal...

El haz de luz que entraba por la ventana despertó a nuestro protagonista con la idea de que aquel día sería diferente a todos los demás.

 Mientras preparaba el desayuno, la noticia de que su medio de transporte diario funcionaba con demoras, comenzaba a poner de un tono gris ese día tan prometedor

En el andén un centenar de personas queriendo llegar al su destino, aguardaba a  que el tren se haga presente, con la incertidumbre de todos los días. Pegado a la puerta sin posibilidad de moverse y mirando hacia afuera, nuestro protagonista pasaba los minutos encerrado en sus auriculares.

No podía más que mirar los rostros cansados o dormidos de las personas que lo rodeaban mientras en su cabeza sonaba el canto de un gorrión, que proponía un tema de un español bastante famoso.

Con el pasar de las estaciones se imaginaba como seria el día de esas personas, caminando hacia el trabajo encontrándose con algún jefe mal humorado, alguno teniendo romances con sus jefas o compañeros de trabajo, otros que por alguna razón nunca llegarían a su destino y algún otro más colgado que llegaría varios minutos tarde, pensando que pasa gran parte de su vida en ese trabajo por una remuneración que estima no es la que tendría que estar percibiendo pero no tiene las ganas de discutir con personas que posiblemente no volvería a ver.

Sin darse cuenta y por la rutina diaria, la imagen que había formado en su cabeza de la gente camino a su trabajo se desvanece, con un sonido de voz que le susurra al oído, buen día, es hora de despertarse…